Testigos relatan haber aparecido a más de quinientos, como está escrito: “Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún y otros ya han muerto.” (1 Corintios 15:3-6)
De lo contrario en vano seria nuestra fe. “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: aún estáis en vuestros pecados.” (1 Corintios 15:17)
Porque el objetivo de la venida de Cristo a este mundo fue para salvar la humanidad de la condenación eterna (del pecado). Como un cordero macho sin defectos que era sacrificado en el Altar para purificar al pecador de sus pecados, así Dios entregó en sacrificio a su único hijo para ser crucificado en la cruz del Calvario.
De esta manera cualquier pecador en la faz de la tierra, en cualquier época que haya vivido, tiene la oportunidad de ser limpiado de sus pecados a través del arrepentimiento sincero, por la sangre del Señor Jesucristo que fue derramado en la cruz. Si muriéramos en pecado, pereceríamos.
La vida de nuestro Señor Jesucristo, sus enseñanzas, su ejemplo a seguir nos da la esperanza de tener una vida abundante como El ha prometido en su Palabra, no importando nuestra situación, condición o creencia religiosa y después de esta vida, la eterna en su Reino.
Si nuestra vida se limitara solamente en vivir, morir y se acabo todo. ¿Para qué sirve la fe en Jesucristo?
Como está escrito: “Entonces también los que murieron en Cristo perecieron. Si solamente para esta vida esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.” (1 Corintios 15:18,19)
Busque tener un encuentro con Jesús. El es el único mediador entre usted y Dios. “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (Jesús)
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