La unción del matrimonio

"El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo..."Ro 5:5

Hoy soy muy feliz sentimentalmente, amo mi esposa, la quiero, hay amor verdadero, hay comprensión, hay fidelidad, mas no siempre fue así. Durante algún tiempo desde que nos enamoramos, pasamos por situaciones muy difíciles empezando por la adolescencia.

Nos conocimos, aparentemente éramos felices aun teniendo una vida conturbada, ella creció en un hogar roto, sus padres se habían divorciado cuando tenía 11 años y yo crecí en un barrio donde aprendí desde muy temprana edad, a robar, a fumar, a tomar en la calle y a usar drogas.

Nuestra vida en pareja era un desastre, discutíamos, peleábamos, había traiciones, yo no tenía un trabajo estable y para completar ella estaba embarazada.

Nace mi hijo, nos mudamos, pero los problemas seguían y aun empeoraban. Nos mudamos otra vez y ahora para otro País, pero ella era muy celosa, discutíamos, yo la engañaba, iba solo a lugares nocturnos y ella comenzó a enfermarse.

Miami - 30/12/2000

Un día, ella descubrió que yo andaba con otra mujer y me dejó. Viviendo solo yo no dormía, me deprimí, tomaba y fumaba, estaba sufriendo una maldición, hasta que mi hermana vino a visitarme y me llevó a la IURD.

Los pastores me enseñaron a usar un arma tan poderosa que hasta entonces no sabía que poseía: la fe. Aprendí a creer en un Dios que podría cambiar totalmente la historia de mi vida. En poco tiempo dejé los vicios y fui totalmente libre del tormento que vivía.

Entregué mi vida, mi sangre en el Altar de Dios, fui bautizado con el Espíritu Santo y comencé a participar de la Terapia del Amor. Ahora yo quería una pareja, no pensaba en la madre de mi hijo, buscaba otra persona, hasta que un día Dios me habló y yo comencé a orar por la madre de mi hijo.

Resultado: Dios la tocó, ella me perdonó, regresó y nos unimos en matrimonio.

Hoy mi esposa es una mujer de Dios, nacida de Dios, somos colaboradores, somos felices, pues unimos la felicidad que conquistamos participando en la Terapia del Amor.

Hoy sabemos que la base más importante de un matrimonio es la comunión con Dios. Nuestra relación con Él, es representada a través del matrimonio.

Cuando usted aprende a amar de todo su corazón a Dios, a quien no ve, aprenderás a respetar y a amar a quien usted ve, su prójimo, su pareja.

Mientras muchos dicen que el matrimonio es una institución que no funciona, nosotros decimos que el matrimonio fue establecido por Dios y sí funciona.

“Por tanto, lo que Dios juntó no lo separe el hombre.” Mc 10:9

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